LA REAL POLICÍA MONTADA DEL CANADÁ


 «Constable Parks on "Bruce"» Constable Parks, policía de la Real Policía Montada del Canadá, montado sobre el caballo Bruce. Fotografía tomada en Banff, Alberta. Junio de 1937. Autor: D. Waring. Archivo Provincial de Alberta (Canadá)

Erik Munsterhjelm narra sus experiencias personales con los habitantes de los extensos territorios del Canadá de los años ’30 del siglo pasado: tramperos, comerciantes, indios; y escribe también hechos sobre esquimales. Al escuchar o leer sobre Canadá probablemente pensemos en los miembros de la Real Policía Montada del Canadá, The Mounties, como se les conoce coloquialmente en inglés en Canadá. 

Hace unas décadas un policía montada del Canadá evocaba oníricamente aventura, naturaleza, exploraciones, pero también la dura realidad de enfrentarse a numerosos peligros, asumir riesgos y cumplir con su deber, llevando y manteniendo la ley y el orden sobre estos vastos territorios. 

Erik escribe sobre ellos. Contactó por primera vez en Fort Chipewyan. Con su chaqueta roja, característico pantalón azul y sombrero de ala ancha, velaban por la protección del Wood Buffalo Park, refugio creado para proteger las últimas manadas de bisontes que quedaban, y también comprobaban que los tramperos, especialmente los novatos, estuvieran bien equipados cuando se dirigían al norte.

Nos cuenta que conoció a muchos de ellos y trabó amistad con algunos, a los que definía en su mayoría no solo como buenos muchachos, sino también como verdaderos hombres.

Viviendo en poblados remotos, como Stony Rapids, un cabo y su ayudante, además de como policías, actuaban como jueces, guardas forestales, recaudadores de impuestos, e incluso casaban y enterraban, como narra Munsterhjelm.