EL PEMMICAN, LA COMIDA INDIA QUE APRENDIERON A ELABORAR LOS EXPLORADORES ARTICOS.

 

Una de las preocupaciones de los exploradores árticos era la alimentación, y un alimento que llevaban en sus expediciones era el pemmican.
Aunque por las condiciones de frio y supuesta abundancia de fauna podría suponerse que la conservación de los alimentos y disponer de ellos fácilmente mediante caza y pesca no debía ser un problema, muchos exploradores murieron por inanición o pasaron tales penurias que llegaron a comerse sus botas para sobrevivir, como ocurrió en la exploración de John Franklin por el río Coppermine, cuando se les acabaron las provisiones, entre ellas el pemmican que llevaban. Fueron los indios Minas de Cobre quienes salvaron a Franklin y a los que quedaban vivos de su expedición dándoles de comer pemmican.
Erik Munsterhjelm describe como se preparaba este alimento, a partir de carne seca como base principal.
Narra Erik:
"La carne seca se hace de la siguiente manera: se desprende todo un músculo y se cortan sus extremos, entonces se aguanta con una sola mano y se le da vueltas, mientras con un cuchillo afilado se corta una loncha como si se tratara de carne de membrillo. Las lonchas así obtenidas se colocan en unas tablas sobre el fuego o sobre la estufa. Cada día se da vuelta a la carne, y, a los cuatro o cinco días, está curada. Entonces es dura y quebradiza, y se mantiene indefinidamente si se guarda en un sitio seco. Se la puede comer tal como está, y constituye un manjar muy alimenticio y sabroso. Reducida a polvo y mezclada con grasa y pasas, o con bayas secas, es el pemmican, la base alimenticia de todas las expediciones árticas que se realizaban antiguamente. Los indios, a veces, le ponen azúcar en lugar de bayas."